El Capitán de Carabineros Osvaldo Valenzuela Parra representó a nuestro país en el curso NRBQ, organizado por la comunidad de Policías de América, AMERIPOL, y que es impartido por la OIEA en las dependencias de la DIJIN en Bogotá (2011). Este curso está a cargo de la Oficial de Seguridad Física Nuclear, Sophia Miaw.
Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas en Nueva York, se acuñó el término CBRN (Chemical, Biological, Radiological, and Nuclear), conocido en español como NRBQ (Nuclear, Radiológico, Biológico y Químico). Estos agentes son sustancias que pueden atentar contra la salud o la vida de las personas de forma encubierta, ingresando al organismo a través de la piel, el sistema respiratorio, digestivo o por el torrente sanguíneo, manifestándose en mayor o menor medida dependiendo del tiempo de exposición y la cantidad absorbida de la sustancia.
“Ser convocado para participar en el Curso de Seguridad Física Nuclear para Expertos en Respuestas Tácticas es una oportunidad única de entrenar, trabajar y compartir experiencias con miembros de instituciones con experiencia en el combate de esta variante de terrorismo y tráfico, específicamente en el área de NRBQ”, explica el Capitán Valenzuela. Además, agrega que esta instancia “es una herramienta tremendamente valiosa. Me estoy preparando con la última tecnología y junto a profesionales que se especializan en esta área de prevención, lo que constituye un valor agregado”.
Dentro de las implicancias de los procedimientos del Grupo de Operaciones Especiales, se incluye el manejo de sustancias explosivas y atentados que involucren sustancias nucleares, radiológicas, biológicas y químicas, incluso en combinación. Este seminario está diseñado para concienciar sobre la seguridad física nuclear, el uso de equipos especializados y el diseño de propuestas para prevenir delitos y trabajar con sustancias nucleares o radiológicas.
La tendencia mundial se orienta a la prevención de este tipo de ataques. Este año, 2012, se han registrado dos procedimientos con equipos que contienen material radiológico; ambos casos involucraban densímetros nucleares para la medición de pavimento. En el primero, un conductor perdió el control de su camioneta e impactó un densímetro en la avenida Vespucio, interviniendo personal del GOPE y la CCHEN. El segundo caso se dio cuando se encontró en un local del barrio Franklin un densímetro nuclear que había sido robado dos semanas antes. Ambas situaciones, sin los conocimientos adecuados, podrían haber causado un perjuicio muchísimo mayor, como la contaminación de personal policial o terror en la población.
“Espero absorber la mayor cantidad de conocimientos posible y compartirlos en mi unidad para estar preparados ante cualquier desafío que se presente”, concluyó el Capitán Valenzuela.